Editorial Patricia Aloe

directoraEstimada Comunidad Educativa:

La comunicación es el uso de las palabras para la interacción entre los seres humanos, el lenguaje propiamente dicho, expresado de manera hablada o escrita constituye un nivel primario de comunicación y se centra en “lo que se dice”.

El equilibrio y las relaciones sociales que se construyen en los grupos a través de la conversación han sido muy estudiados por la lingüística y la sociología. A pesar que parezca un género trivial y una actividad sin importancia, la conversación es una forma de interacción social, nuestro modo más frecuente de actuar socialmente. Cuando conversamos, más allá de lo que transmitamos, estamos en rigor diciendo quiénes somos, construyendo una imagen positiva, obviamente, de nosotros mismos.

Entonces, ¿Qué sucede con la comunicación en el uso del Whatsapp?

Esta reflexión no demoniza el uso de redes sociales y en ningún momento se pone en duda su eficacia o desaconseja su uso. 

Son espacios extraordinarios de participación, comunidad, conocimiento en tiempo real y una buena oportunidad para relacionarnos con los demás utilizando imágenes y palabras con responsabilidad y sabiduría.

Nos quejamos del mal uso que hacen nuestros hijos del Whatsapp: que si cuentan chismes, si juzgan e inventan cosas, si critican… pero ¿Cómo utilizamos nosotros este instrumento como recurso de comunicación de la escuela de nuestros hijos?

Consejos para utilizarlo de manera correcta:

  1. Utilizar el grupo de Whatsapp de la clase para intercambiar información útil sobre nuestro hijo y el grupo-clase. Si no se tiene nada positivo, útil e interesante que aportar es mejor no escribir.
  2. Respetar a los demás y su intimidad: una vez se comparte un contenido ya no hay marcha atrás.
  3. No escribir lo que no se diría en una conversación formal. Pensar dos veces antes de enviarlo.
  4. No convertirse en la agenda del hijo: es importante que aprenda a asumir sus propias responsabilidades.
  5. Ante el mal uso de alguno de los miembros del grupo no dejar pasar la ocasión de mostrar  disconformidad y hacerle ver que no es la manera correcta de proceder.
  6. Evitar comentar los rumores que se compartan en el grupo e intentar erradicarlos. El rumor es una construcción grupal: todos los que participan o comentan el rumor son sus constructores pues cada uno de ellos aporta algo al mismo.
  7. Si los intentos de eliminar estas actitudes del grupo son fallidos, siempre se tiene la opción de abandonar el grupo y dejar de formar parte del mismo. Aunque algunos no lo entiendan a veces es la mejor opción.
  8. No compartir en el grupo contenidos que atenten contra la privacidad de nadie ni sea ofensivo hacia otros (padres, maestros, compañeros del hijo, etc.)
  9. Si se tiene algún problema que resolver con el maestro, no hacerlo a través del grupo: solicitar una entrevista para hablar con él, de esta forma se le dará la opción que pueda ofrecer los argumentos sobre lo sucedido.

Por lo tanto, hagamos un buen uso y convirtamos estos grupos en una oportunidad para promover un acercamiento entre familia-familia y escuela-familia con el fin de conseguir establecer una auténtica alianza socioeducativa por el bien de nuestros hijos y alumnos.

Cordialmente.

Patricia Aloe
Directora del Nivel Inicial y Primario